En CD.Guzmán, no conocen sus derechos laborales ya que jamás han trabajado con prestaciones
- ximena CR
- 20 may 2022
- 4 Min. de lectura
Actualizado: 23 feb 2024
Por: Ximena Calderón
En Cd.Guzmán únicamente el 37% de los trabajadores de compraventa de alimentos, bebida y tabaco y tiendas de autoservicio cuenta con seguro social.
Como podemos ver en la siguiente grafica publicada por el Instituto de Información Estadística y Geográfica de Jalisco en 2020, por lo menos el 42.86% de la economía del municipio de Zapotlán el Grande proviene del comercio.

(Gráfico pastel, sobre la distribución de las unidades económicas de ZG publicado por un informe del Instituto de Información estadística y geográfica de Jalisco en 2019)
En Ciudad Guzmán, según datos publicados en el Directorio Estadístico Nacional de Unidades Económicas (DENUE) existen un total de mil 187 negocios de comercio mayor y menor de abarrotes y tiendas de autoservicio en la actualidad.
De los cuales, como podremos observar en la siguiente gráfica, según información publicada en el diagnostico de municipio de Zapotlán el Grande realizado en 2019
dos mil 322 de estos negocios cuentan con un aproximado de entre 0 a 5 empleados y por lo menos 3 de estos tienen más de 250 empleados.

Si juntamos al mínimo de empleados, que según el diagnostico de municipio de Zapotlán el Grande, indica que debería haber en cada empresa un mínimo de 8 mil 43 mil trabajadores en abarrotes y tiendas de autoservicio al por mayor y menor.
Sin embargo, el mismo diagnostico de municipio realizado en 2019, señala que únicamente existen 3 mil 72 empleados de abarrotes y tiendas de autoservicio.

(Rojo: trabajadores asegurados, Azul: Total considerando el mínimo de trabajadores de cada negocio)
Esto quiere decir que únicamente el 37% de los trabajadores de abarrotes y tiendas de autoservicio esta asegurado.
Marta (nombre que se usara para proteger la identidad de la persona) llegó a Cd.Guzmán hace poco más de 3 años.
Comenzó a trabajar en una farmacia en la cual laboró aproximadamente durante 2 años.
Cabe recalcar que durante todo el tiempo que permaneció en este lugar, jamas recibió ningún tipo de prestaciones.
Marta era otra empleada más sin seguro, ni nomina, al igual que sus demás compañeras las cuales, ella asegura, llevaban años trabajando en aquel lugar.
En el segundo año, Marta se embarazo y pidió incapacidad para tener a su bebe.
Recordemos que la ley federal del trabajo establece que el patrón tiene la obligación de otorgar garantías de seguridad y salud a sus trabajadores y de no cumplir con estas reglas implica consecuencias que pueden lesionar la estabilidad legal y económica de su empresa.
La incapacidad es un derecho que se le debe otorgar a todo aquel subordinado que no pueda continuar con sus actividades de trabajo por motivos de salud, en caso de la incapacidad por embarazo supone un descanso y un subsidio en dinero equivalente al 100% del ultimo salario diario de cotización.
Para más información: https://www.imss.gob.mx/sites/all/statics/maternidad/pdf/e-book-incapacidad-maternidad.pdf
A la señora Marta le dieron su incapacidad. El primer día que se presento a trabajar nuevamente le dieron su carta de renuncia para que la firmara, sin razón alguna.
A esto se le conoce como despido injustificado y consiste en que el patrón decide de manera unilateral terminar la relación laboral con el trabajador, sin embargo, la constitución política de los Estados Unidos Mexicanos protege a los trabajadores del despido injustificado.
Si tu consideras que haz sido despedido injustificadamente puedes acudir a la junta de conciliación y arbitraje a poner una demanda a la empresa y si tu caso es considerado ante la ley un despido injustificado tendrás derechos a reclamar el pago de una indemnización (que equivale a tres meses de trabajo), la parte proporcional de un aguinaldo, vacaciones, prima de antigüedad, entre otras cosas.
Para más información: https://mexico.justia.com/derecho-laboral/despido-injustificado/
Marta metió su demanda correspondiente y para su suerte, que no duro mucho, esta vez ganó.
El hijo de Marta estaba creciendo y ella sabia que necesitaría ayuda del seguro social para poder brindarle atención medica a su hijo ademas de meterlo en una guardería para poder seguir trabajando.
Así que en esta ocasión se aseguro de buscar un trabajo que realmente ofreciera prestaciones.
Meses después, llego a una lavandería que decía que ofrecía todas las prestaciones de ley, como seguro social, infonavit, vacaciones, aguinaldo etc.
¿Cuales todas las prestaciones a las que tengo derecho?
https://www.gob.mx/conampros/acciones-y-programas/derechos-laborales-de-los-trabajadores#:~:text=En%20cualquier%20relaci%C3%B3n%20laboral%20usted,un%20contrato%20individual%20o%20colectivo.
Comenzó a trabajar y al pasar de los meses jamas recibió ningún tipo de prestaciones, como le habían prometido al principio.
Marta tenía que llevar a su hijo todos los días con ella al trabajo porque no tenia donde más dejarlo, ademas de que ella no era la única, sus demás compañeras también tenían que llevar a sus hijos al trabajo ya que ninguna tenía seguro para dejarlos en la guardería publica, ni recursos suficientes para llevarlos a una particular.
Esto les generaba a todas problemas con sus patrones ya que a ellos le molestaba que llevaran a sus hijos al trabajo.
Un día el hijo de Marta se enfermo y por supuesto no tenía seguro para llevarlo al hospital, ni ganaba lo suficiente para ir con un doctor particular.
Así que le exigió a su patrón el seguro y este nuevamente se negó y solo de dio 200 pesos para quitarse el problema de encima.
Sin embargo Marta era consiente de que esa no era la única vez que se iba a enfermar su hijo o ella misma y era necesario para ella contar con el seguro social.
Así que lo siguió exigiendo, hasta que un día por fin, el patrón sedio.
Le dieron su seguro después de más de un año trabajando para ellos.
Sin embargo los patrones no se sintieron conformes con eso y semanas después de haberla asegurado la amenazaron con despedirla injustificadamente.
Esta era la segunda vez que Marta pasaba por esta experiencia, así que ya sabía que hacer; le advirtió a sus patrones que acudiría a conciliación y arbitraje a poner su demanda, a lo que ellos le dijeron muy seguros que lo hiciera.
Cuando Marta fue a poner su demanda a la junta de conciliación y arbitraje de Ciudad Guzmán se topo con la sorpresa de que ya tenían preparada su carta de renuncia lista para que la firmara.
Según las propias palabras de Marta, "ya estaba todo arreglado, no podía demandar".
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